Me animo a escribir esta breve nota en el entendido de que han venido circulando en medios de Internet algunas apreciaciones sobre el estado actual de la jefatura del AGN. Estas afirmaciones provienen del blog de la historiadora Gabriela Ramos (que reside y enseña en Inglaterra) y fueron rebotados en la página Reportero de la Historia de Jorge Moreno.
En primer lugar creo que todos los interesados en el tema estamos de acuerdo con que la crisis que vive el principal repositorio documental del país es palpable y manifiesta, y esto no es de ahora, sino de muchos años y gestiones anteriores y es lógico y valido también, el pedir mejoras y una administración eficiente en nuestro querido AGN, dependiente hoy del Ministerio de Cultura.
En lo que no estoy de acuerdo es en la forma en la que se exponen algunas debilidades de la actual gestión mientras se olvidan o pasan por alto las fallas que en similares circunstancias tuvieron los que lo antecedieron.
Decir por ejemplo que el actual jefe es un prácticamente un improvisado, una persona sin credenciales que lo avalen puede ser no tan cierto; el que este ocupando el cargo en base a su cercana relación con miembros del entorno del poder o gobierno actual si es más acertado (En cierto sector de la prensa huaracina se filtro la información de que fue compañero de carpeta de infancia del congresista Freddy Otarola).
A decir verdad al momento de su nombramiento el Sr. Pablo Maguiña se venia desempeñando como Director del Archivo Regional de Ancash. Y es lógico que con el consabido centralismo limeño muchos colegas lo descalifiquen o menosprecien su experiencia, pero de que algo de ella tiene no se le puede negar. Es más en el 2007 bajo la gestión del tristemente recordado Lizardo Pasquel, el Archivo General de la Nación le otorga la “medalla de Honor” por su “contribución al Estado de la defensa, conservación e incremento del Patrimonio Documental de la Nación y al fortalecimiento del Sistema Nacional de Archivos”, lo cual le valió también el reconocimiento del gobierno regional de Ancash.
Entonces volvemos al hecho señalado antes, persona sin experiencia en administración de archivos no era. El otro hecho señalado por la Sra. Ramos respecto a su afiliación al Círculo de Periodistas Deportivos, pues obviamente es algo que llama la atención, pero que tampoco significa que debamos hacer escarnio de dicha profesión o sobre su conocimiento en el denominado deporte rey. A decir verdad conozco muchos historiadores aficionados a dicha practica deportiva, el ejemplo más preclaro es el de Efraín Trelles, destacado historiador y cronista deportivo para más señas, a quien nunca he notado que lo marginen en su carrera periodística por su formación como historiador, como pretendemos hacerlo nosotros con alguien que si bien proviene de las ciencias de la comunicación posee experiencia en manejo de archivos. Otro ejemplo que recuerdo es el de Gerardo Álvarez, cuya tesis incluso es sobre fútbol; pues bien Gerardo estuvo a cargo del archivo Domingo Angulo de la UNMSM durante el rectorado de Manuel Burga, iniciando un proceso de organización que hoy continúan otros destacados colegas; y que yo recuerde tampoco nadie se cuestiono el hecho de que por tener interés en el fútbol fuera un mal profesional o no hiciera bien su trabajo.
En último caso la posición actual en el cargo del Sr. Maguiña responde a un anhelo legítimo, como puede ser legítimo cualquier interés que tengan los actuales directores regionales para acceder a ese mismo cargo y si bien su nombramiento esta influenciado políticamente es lo mismo que ha pasado desde siempre con los cargos de jefe del AGN, pues al ser un cargo de confianza siempre los nombramientos en esta jefatura se han debido a acomodos políticos.
Y el hecho de decir que solo los historiadores pueden ser los indicados para dirigir el Archivo de la Nación me parece una exageración que tiene también algo de ignorancia. Es decir, eso debería ser el ideal pero lamentablemente el hecho de ser un intelectual o un académico no implica necesariamente que se pueda ser un buen gestor o un buen administrador (así como el ser un buen investigador tampoco implica en muchos casos ser un buen profesor). Más aun porque en las escuelas que forman historiadores en nuestro país prácticamente no se dictan cursos de archivos. En San Marcos el curso de Archivología y el de Paleografía han perdido horas con respecto a anteriores curriculas y hasta se respira un tufillo de desprecio hacia la formación en administración en archivos. Entonces como se pretende que los futuros historiadores estén preparados para gestionar de manera eficiente un archivo (histórico o administrativo) si es que en su formación académica universitaria solo reciben lo más básico y fundamental o lo que les puede servir únicamente para su labor de investigadores. Reclamamos nosotros ocupar cargos directivos a exclusividad en desmedro de otras profesiones cuando mayor experiencia no tenemos (salvo algunos casos de historiadores que han seguido posteriores estudios de especialización). O es que acaso ¿alguien recuerda la experiencia en dirección de archivos que tenia el anterior jefe previo a su nombramiento?
Y ya que hablamos del anterior jefe, la historiadora Ramos también describe las “inquietudes propagandísticas” o el "narcisismo burocrático" que exhibía hasta hace poco el Sr. Maguiña en la pagina web del Archivo de la Nación. Pues bien yo ignoro si ella lo omite por desconocimiento o lo pasa simplemente por alto pero esa ridícula práctica (que en realidad no debería repetirse nunca por ningún funcionario estatal que se respete) la inició la gestión anterior del Sr. Joseph Dager. O es que cree que los que visitamos la pagina del AGN no tenemos memoria o no recordamos que esa página durante la susodicha administración parecía más la pagina personal del ex director y no la del Archivo de la Nación; y que yo recuerde nadie dentro del gremio de historiadores (y hago mea culpa también) dijo nada al respecto ante el mal uso de un portal estatal. El consabido “Canal AGN” de Youtube que ella señala, fue creado también en la anterior gestión y muchos de los videos que ahí estaban alojados se pueden ver todavía en la cuenta DJAV1978 que suponemos es la página personal de Dager o de alguien allegado a él. En todo caso lo que se le puede reclamar a Maguiña es el haber continuado con esa chocante costumbre de personalización (de la cual no conozco otro archivo en Iberoamérica que la practique sino revisen la página web de los Archivos Nacionales de Colombia, México o España) o el haber esperado que se le llamara la atención sobre ello para recién modificar su conducta (y por ello al menos de algo sirvió el post de la Sra. Ramos).
Entonces no santifiquemos a quien no debemos obviando también cuestiones muy obvias. La gestión de Dager será recordada como la de una persona que se la paso pidiendo mayores recursos para el sostenimiento de su sector pero que no tuvo reparos en gastar los escasos recursos que poseía en realizar eventos como muestras documentales solo por petición o para congraciarse con los genios del gobierno aprista de entonces (o alguien duda que la muestra que presento en Julio del 2011 el AGN sobre Machu Pichu no respondió a una orden venida desde arriba). Ni siquiera se tomo la importancia debida a la celebración del sesquicentenario de la Institución (solo se hizo una exposición en el Museo de la Nación muchos meses después y ya con un nuevo régimen en el gobierno), tampoco se editó la Revista del AGN (que hasta hace un tiempo era anual, luego cada 2 años y ahora sale cuando buenamente se puede). Se rasgo las vestiduras hablando sobre protección documental y nuevamente pidiendo mayores recursos pero no se pudo implementar algo tan básico como las cámaras de seguridad dentro de los recintos que albergan documentos o las salas de usuarios. Y cuando se dio la desaparición de 198 cajas de documentos de Provias Descentralizado (una mala práctica lamentablemente recurrente dentro del gobierno aprista) en Julio del año pasado tampoco recuerdo el que se haya manifestado al respecto, a pesar de ser el AGN, el máximo ente de control estatal y de resguardo de los archivos públicos. Antes bien dicha gestión prefirió la confrontación con los trabajadores del Archivo, despidiendo personal calificado y generando un mal clima laboral.
Pues bien detallado todo esto si algo le debemos exigir al Sr. Maguiña es tomar en cuenta lo malo que se hizo en las anteriores gestiones (para no volverlo a repetir) y también aprovechar los inventarios que se hicieron de los fondos documentales (y por los cuales la sala de investigadores estuvo cerrada por varios meses). También exigirle (y debido a su notoria cercanía a las esferas del poder) la implementación de mayores y mejores recursos para el Sistema Nacional de Archivos. Supongo que proviniendo de un Archivo Regional eso será también su norte, tal y como quedo explicitado en el video que coloco al final del post. También es propicia ocasión para que tenga en cuenta el buen asesoramiento en su cargo, en el Archivo General de la Nación trabaja gente muy valiosa que bien lo puede hacer. Y si va a hacer cambios en los puestos (como me informan que ya esta sucediendo) que privilegie la experiencia y la capacitación en Archivos y no caiga en el facilismo de contratar personas solo por un carnet político o por ser afines amicalmente. Eso último solo demostraría que el AGN sigue siendo considerado la última rueda del coche en materia de especialización y desarrollo en gestión archivística y es muy peligroso en el entendido de lo valioso de la documentación que se resguarda. En todo caso desde aquí estaremos muy atentos y vigilantes al desarrollo futuro de su gestión.